Río correntoso

Al final ya nada puede herirte

Ni esta casa abandonada

Ni el cuento con cual mentirte.

Te creí para siempre,

Por eso sonreí

Sin importar febrero o noviembre

Si termina esta fiebre con el final de un te quiero,

Un adiós y aquí te espero.

Aunque me resista, tu perfume me visita

en ti se resume, aunque mi mente insista.

Y un yo sin ti que te necesita.

Siempre a las tres de la tarde

La lanza abre el costado.

Al despertar la herida arde

Un corazón sin vida, agotado


Algo insuficiente…

Todos los abrazos no fueron suficientes

Cuando todo llegó al ocaso

Y el inicio del adiós sufriente.

Toda la humedad, besos,

La necesidad y excesos

Jamás calmaron el hambre, la sed

De las ganas de volver a caer en tu red,

Desnudo sin corambre

Con las eternas sensaciones de ser

inocente y culpable

incongruente inevitable


Tu beso amargo

Tu beso amargo vespertino

Que cargo sin ganas y desatino

Dime si el calor de tus labios

Cura los agravios de tu ausente candor

A cuántas ausencias te resumes?

Y quién te presume por tu esencia?

La piel que se toca en humedad

Es la hiel que de bebe por necesidad

Veo en tu rostro como el tiempo

Pasan rápido sus manecillas

Tus buenas intenciones a destiempo

Llegan tarde a huartillas

Y retornan las caricias llenas de soledad

Con impulso y brevedad a tu rostro un brisa

Un recuerdo de un adiós sin prisa


Una suerte cierta

El final como la muerte

Una suerte cierta

Quien de pronto no despierta

Quien de tonto poco vive

El veneno a cuenta gotas bebo

Como eterno sufrimiento de esperanzas rotas

¿Qué veo? Se preguntan los ojos ciegos

Cuando niego a la soledad en una necia brevedad

Un cuerpo envejecido

Que a entendidos no enternece

¿Quién merece lo eterno?

Cuando abrazamos lo interfecto

Y si el mar descalzo recoge ya sus pasos

Es que acaso ya cansado se resume en un abrazo

Cuídate de la calma, aquella que al alma inquieta

Animosa de querella que poco amor intenta


Amanecer

Tus ojos se cansaron de la noche

Y el sol espera que con ellos lo alumbres

Dime si acaso podré ver tu sonrisa para

Brindes tu luz a este nuevo día


Una flor

Yo le podría dar una flor
Quien no le daría una flor?
No sé, se las merece
Una flor que ella pueda humedecer para que no muera
Una flor que pueda guardar en un lugar cálido y que le traiga una sonrisa a su rostro. Que le llene de color las mejillas
Una flor que humedecezca su sonrisa y sus ojos hasta llorar, una flor que sea una caricia en sus labios, en su piel…una flor en la que ella absorba su perfume
Una flor que la llene por dentro
Que intoxiquen sus sentidos
Que la sienta en la mañana
Y la sienta por las noches
Una flor que le haga cosquillas, una que riegue sus ríos, sus mares, su dulzura y su paz


Dulce fiebre

Ella es quien invita a bailar una canción animal

Mis pupilas probaron el néctar dulce

Y cuando la piel experimenta es que creemos amor

… una necesidad que nunca se satisface.

El jugar con las palabras quedó en el pasado

Tampoco hay cabida para silencios.

No hay quien pueda cantar ciertos cánticos

Las dulces notas de un gemido.

Pareciera que sabe lo que se oculta en esta sensación

Una fiebre provocada por tsunamis de fuego

Una hoguera provocada que se niega a extinguir

Con cierta medrosía, más se desea, más se pide.


Silencio y melodía

Esta noche solo me alumbra el recuerdo de tenerte en mis manos, llevarte a mi pecho para que estés cerca de los latidos que llevan tu ritmo.

Sentir que mis manos se acoplan a tu figura y escuchar las melodías que desprendes en cada caricia. Vivir los silencios como parte de tu música, descansar de ti y de mi para volvernos a consumir. Entender que el deseo se prende cuando en la ausencia, entender que el para siempre rutinario es la muerte perpetua, entender que tu tiempo es hoy. Entender que somos uno cuando vamos más allá de las palabras, más allá del cuerpo, e incluso más allá de las sensaciones.


Solo recordé…

Solo recordé cómo en tiempos pretéritos tus labios eran cercanos, cómo se abrían y me acogían, me besaban y acariciaban mi piel y más, a veces lo hacías rápido como si el mañana no existiese, otras veces despacio como si el presente fuese eterno…

Y lo que esconden esos labios dentro de sí… Tu sonrisa y tú lengua… Cómo me estremecían en esos tiempos el cálido y húmedo tacto de tu lengua y el sutil abrazo de tu sonrisa…

Bueno eso es un ayer que segundo a segundo se despide, se aleja y está muy bien y no…


Extráñame…

Puede que el agua toque tu cuerpo, lo haga de pies a cabeza, incluso puede que el agua sea cálida y llegue  a lugares muy oscuros de tu piel, y que la dejes acariciarte, sin embargo esa gota de agua que tocó tus caderas no son mis manos, esa gota de agua que besó tu cuello, no son mis labios, esa gota de agua que húmeda toca tu sexo, no soy yo cuando estoy dentro de ti